INTERNACIONAL. -Haití reportó este jueves escasos daños tras el paso de la onda tropical “Chantal” por el suroeste del país, cuyas autoridades levantaron la alerta roja pero decidieron mantener advertida a la población debido a los posibles efectos secundarios del fenómeno.
Las intensas lluvias afectaron varias comunidades del departamento del Artibonite, en la región noroccidental de Haití, incluyendo a la localidad de Grand Saline y a otras entre Pont Sondé y L’Estère, debido a la crecida del río Grande.
Además, algunas carreteras quedaron temporalmente inutilizadas y las actividades comerciales reducidas al mínimo en Puerto Príncipe, la capital haitiana, que este jueves retomó sus actividades cotidianas.
El Centro Meteorológico Nacional (CNM) señaló que los remanentes de “Chantal” dominan todavía los patrones climáticos del país mientras se desplaza hacia el noroeste por el mar Caribe, y la humedad en la parte posterior de la perturbación favorece por ahora algunas actividades lluviosas, con ocasionales tormentas y vientos huracanados, particularmente en las regiones Norte y Sur.
Debido a las actuales condiciones, el CNM, junto con la Dirección de Protección Civil (DPC) y la Secretaría Permanente de Gestión de Riesgos y Desastres (SPGRD) modificaron la alerta roja por naranja, pero pidieron a la población permanecer vigilante ante la posibilidad de inundaciones, deslizamientos y derrumbes.
Además, el servicio de Navegación Marítima de Haití (SEMANAH) mantuvo prohibidas las actividades en altamar.
Los vuelos se reanudaron poco a poco este jueves cuando el cielo estuvo predominantemente nublado a lo largo del día en los diez departamentos del país, donde un total de 203 personas fueron alojadas en albergues temporales, 150 de ellas en la localidad de Côtes-de-Fer, 89 kilómetros al sureste de Puerto Príncipe.
En Gonaïves, 171 kilómetros al norte de la capital, 238 prisioneros de la penitenciaría local fueron evacuados por funcionarios de la Policía Nacional a otras cárceles haitianas.
Haití se preparó para soportar el mayor impacto de “Chantal” en localidades del sur y suroeste del país, pero la trayectoria de la tormenta cambió el miércoles al reducir su intensidad y convertirse en una onda tropical.
Como medida de precaución, varias líneas aéreas cancelaron vuelos hacia Estados Unidos, el gobierno suspendió un viaje del presidente Michel Martelly al sur del país y el Ministro de Educación aplazó para la próxima semana la segunda etapa de los exámenes oficiales de bachillerato.
Haití está ubicado en el área de influencia de huracanes, cuya temporada anual se inició oficialmente el 1 de junio.
Los expertos estiman que al menos un huracán impactará la isla este año, de un total de 18 tormentas que se formarían a lo largo de los seis meses en que la región es sometida a esta clase de fenómenos naturales.
A principios de este mes Haití y varias organizaciones internacionales pusieron en marcha un plan para reducir el impacto en la población de un posible huracán, en el inicio de la temporada de ciclones que se extiende hasta fines de noviembre.
Entre la población más vulnerable en Haití se encuentran los 278.945 damnificados del sismo del 12 de enero del 2010 que aún viven en alguno de los 352 campamentos que aún existen en el país.
El año pasado, Haití fue castigado por el paso del huracán “Sandy” y de la tormenta tropical “Isaac”, además de temporales menores que dejaron casi un centenar de muertos, 250.000 afectados y pérdidas por más de 100 millones de dólares en la agricultura.
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